"Perdón".
Una palabra tan corta y a veces tan difícil de decir. Es por eso mismo, por esa dificultad, que la mayoría de las veces no lo decimos cuando debemos. Y por ello he decidido pedir perdón yo misma por algunas cosas:
Perdón por esas veces que no me he disculpado. Perdón por esas veces que he obligado a alguien a quien le importo a hacer algo que no quiere. Perdón por ser tan ignorante. Perdón por ser tan repelente. Perdón por ser tan orgullosa. Perdón por ser a veces tan egoísta. Pero sobre todo, perdón por no saber cuando pararme los pies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario